domingo, 7 de junio de 2015

El Mont Caro, el techo de la provincia de Tarragona.



Hoy nos hemos propuestos subir al cielo y lo hemos conseguido.
El Caro es el pico más alto de la provincia de Tarragona (1442Metros) y aunque estuve allí en el 2013, no ha sido lo mismo, porque hoy no me han llevado, hoy he ido.
A las 9:00 de la mañana como siempre los Stroller quedamos en los Pallaresos (Tarragona), pero antes de salir (esto se ha convertido en una costumbre en los ultimos tiempos), paradita para el café. 
Hace una calor que abrasa a pesar de estar a principios de Junio, habrá que empezar a quedar un poco antes porque entre pitos y flautas nos dan las nueve y media con el dichoso café y a partir de ahora corremos el riesgo de cocernos. Así que os podéis dar por enterados los STROLLER: este verano a madrugar un poquito.
Por fin en la carretera, nos dirigimos dirección Monroig, para desde allí ir por la T310 hacia Pratdip y disfrutar de ese tramo de carretera curvada que tanto nos gusta.
Curvas para todos los gustos, primero ratoneras y después rápidas. Todas ellas un placer.
Una buena ruta ha de tener curvas, de estas acababamos de hacer unas cuantas, y un buen almuerzo, así que nos falta esto último. El restaurante Lo Fornet de les Sorts nos lo va a proporcionar. 
Este restaurante está en el término de Rasquera, en el Km 50 de la C-12 y he de decir con cierta pena, que desde que cambiaron los dueños ha bajado mucho el nivel, tanto que creo que no nos verán mucho más por allí.

Después del almuerzo, seguimos ruta dirección a Tortosa, desde allí a Roquetes y hacia el Parque natural dels Ports. 
Unos 20 Km nos separan de la cima del Caro,  en los que nos encontramos un primer tramo de carretera de montaña en bastantes buenas condiciones, sobre todo si lo comparamos con el tramo final que es un campo de minas. Que la carretera sea estrecha es lo que menos importa, que este llena de gravilla pasa a ser secundario, pero esos pedazos de cráteres que te encuentras en medio de una paella que parece que si lo pisas vas a llegar al infierno sin necesidad de morirte, esos si que duele. Por Dios que alguien le diga al responsable, que invierta un poco en ese tramo, que es un punto turístico que recibe visitas todo el año.
Antes de alcanzar la cima, paradita de rigor para hacer fotos a una peña con la estatua en piedra de una cabra montesa, que aunque en esta ocasión no hemos visto ninguna, son fáciles de ver por la zona.
Y por fin el cielo, hemos llegado a la cima y desde aquí se puede ver el mar y todo el delta del río Ebro, unas vistas fantásticas, si no miras hacia atras, ya que allí mismo en la cima también te encuentras unas cuantas antenas de televisión y telecomunicaciones que rompen un poco el encanto del paisaje.
Pero a pesar de los baches y las antenas, merece la pena subir y admirar el paisaje que desde allí se divisa. Seguro que esta no será la última vez, si te animas ya sabes donde encontrarnos.


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